Datos personales

Mi foto
Hola! soy Arlette, de Costa Rica, Les contaré un poco acerca de mi, me encantan las manualidades, creo que eso fue debido a que mis dos abuelitas las hacían, y como era tan traviesa, fue una forma de mantenerme tranquila. Una de mis abuelitas Isabel, ya cumplió sus 102 años. Estudié Relaciones Públicas, soy soltera, sin hijos. Imaginense que triste sería la vida sin colores..., mis colores favoritos, son los colores tierra, aunque no tengo alguno en especial que me desagrade, a no ser por los colores chillones o fosforecentes, creo que no "soy compatible" con ellos. Muchas gracias por tomarse el tiempo y visitar mi blog, me gustaría tener muchas amigas!!!. I'm Arlette from Costa Rica, I'll tell you a bit about myself, I love to make crafts. I studied Public Relations, I'm single and don't have kids My fave colours are the brown shades, although I don't dislike any. Thank you for stoping by, please leave me a comment that way I'll know you been here and I'd like to have lots of friends!

sábado, 11 de julio de 2009

Rubén Darío, Poeta Nicaragüense
La Calumnia

Puede una gota de lodo

sobre un diamante caer;

puede también de ese modo

su fulgor obscurecer;

pero aunque el diamante todo

se encuentre de fango lleno,

el valor que lo hace bueno

no perderá ni un instante,

y ha de ser siempre diamante

por más que lo manche el cieno.





XLI

Lo fatal

Dichoso el árbol que es apenas sensitivo,

y más la piedra dura, porque esa ya no siente,

pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,

ni mayor pesadumbre que la vida consciente.



Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,

y el temor de haber sido y un futuro terror...,

Y el espanto seguro de estar mañana muerto,

y sufrir por la vida y por la sombra y por



lo que no conocemos y apenas sospechamos,

y la carne que tienta con sus frescos racimos,

y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,

y no saber adonde vamos,

ni de donde venimos!...



Abrojos

II

Como decía usted, amigo mío?

Qué el amor es un río? No es extraño.

Es ciertamente un río

que, uniéndose al confluente del desvío,

va a perderse en el mar del desengaño.



XI

Lloraba en mis brazos, vestida de negro;

se oía el latido de su corazón;

cubríanle el cuello los rizos castaños

y toda temblaba de miedo y de amor.



Quién tuvo la culpa? La noche callada

Yo iba a despedirme. Cuando dije: "Adiós"!,

ella, sollozando, se abrazó a mi pecho

bajo aquel ramaje de almendro en flor.



Velaron las nubes la pálida luna...

Despues, tristemente lloramos los dos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escribeme algo...